El Ayuntamiento de Cabra, desde la Delegación de Igualdad, muestra su repulsa ante el asesinato de Samuel, un chico de 24 años, gallego, auxiliar de clínica que trabajaba en una residencia de mayores. Al parecer, el chico había pasado toda la pandemia trabajando en esta residencia, donde los residentes lo querían mucho.
Un día salió de fiesta y tras un malentendido, un grupo de chicos le pegaron una paliza hasta matarlo. Agresores a los que poco les importó su vida y todo lo que tenía que ver con ella. Les dio igual todo lo que había conseguido en su corta edad, que tuviera unos padres, una familia, que haya ayudado durante la pandemia a los más debilitados, les dio igual si era la alegría de cada mañana de un anciano, les dio igual si era una buena persona, les dio igual todo lo que tenía aún por hacer en la vida… Para esos agresores su único delito, supuestamente y a expensas de lo que concluyan las investigaciones abiertas al efecto, era su orientación sexual, y esa fue la excusa para matarlo. Lo han matado al grito de aquello que ellos consideran que debería de esconder.
No debemos consentir que prevalezca el odio por encima de los derechos humanos, de la libertad de la persona. Es inadmisible que nos hagan vivir con miedo por elegir amar a quien queramos. Y es un miedo real, pues puede llegar a arrebatarte la vida.
Los delitos de odio quiebran de manera brutal los derechos de libertad y diversidad inherentes a todo ser humano, por ello, no podemos dar un paso atrás en la igualdad y en el respeto a todo el colectivo LGTBI. No podemos consentirlo, y no lo haremos por Samuel.
Descansa en paz Samuel, que caiga el peso de la ley sobre sus agresores y responsables de su muerte. Este Ayuntamiento no cesará en trabajar por una sociedad, igualitaria, respetuosa, inclusiva, diversa, libre.
