El Ayuntamiento de Cabra dedica una calle al párroco emérito de San Francisco y San Rodrigo, Francisco Ramírez Chamizo

Tras 46 años al frente de este templo egabrense recibe este honor en la jornada en que cumple 60 años de ordenación sacerdotal

La Barriada Virgen de la Sierra cuenta desde esta tarde con una calle con el nombre de ‘Párroco Don Francisco Ramírez Chamizo’, dando así cumplimiento al acuerdo plenario adoptado el pasado día 27 de marzo a instancias de la Asociación de Vecinos ‘San Francisco’, que solicitaba al Ayuntamiento de Cabra la rotulación de un espacio o vía pública en homenaje a este sacerdote que durante 46 años ha estado al frente de la Parroquia de San Francisco y San Rodrigo, que precisamente en estas semanas se encuentra culminando la programación de actos y cultos con motivo del Año Jubilar en conmemoración de su medio siglo de existencia.

Con tal motivo, el Consistorio egabrense ha organizado un acto institucional en la conocida hasta ahora como prolongación de la calle San Isidro presidido por el alcalde de Cabra, Fernando Priego, y con la presencia de la Corporación municipal, representantes del clero y la Iglesia egabrense, feligreses, representantes vecinales y ciudadanos de la Barriada que han querido acompañar a Ramírez Chamizo en esta jornada en la que, además, celebra sus 60 años de ordenación sacerdotal.

“Las ciudades las construyen las personas que tienen vocación de servicio y Don Francisco ha ofrecido todo su ser al bien común y a quien más lo ha necesitado”, ha afirmado el primer edil que ha subrayado la contribución de Ramírez Chamizo “al desarrollo social de la Barriada en estas casi cinco décadas, estando al servicio de su barrio las 24 horas al día para prestar apoyo, consejo, opinión y soluciones a cualquier dificultad a toda persona que lo ha necesitado”.

El alcalde también ha destacado el papel del párroco emérito de San Francisco y San Rodrigo en el ámbito cofradiero egabrense, que siempre consideró “un lugar donde construir Iglesia, creyendo en las hermandades y en quienes las componen de forma rotunda, y en ocasiones siendo un visionario en el carácter dinamizador que el mundo cofrade tiene en Cabra”. En este sentido, el primer edil ha recordado que “su participación fue fundamental en la fundación de las hermandades de la Sentencia y Paz, Piedad, Buen Fin y Descendimiento, siendo el promotor en la constitución de estas cofradías que hoy son una realidad bien asentada en nuestra ciudad”.

Aunque su principal destino ha sido la Parroquia de San Francisco y San Rodrigo (1972-2018), después de seis décadas desde que fuera ordenado en Granada también ha sido coadjutor de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción en Priego, párroco de Nuestra Señora del Rosario en Fuencubierta, coadjutor de Nuestra Señora de los Remedios y capellán de nuestras queridas Madres Agustinas Recoletas en Cabra, así como miembro del Consejo del Presbiterio y arcipreste de Lucena, Cabra y Rute entre noviembre de 1992 y octubre de 2009. A sus 86 años aún continúa residiendo en la Barriada, y ayudando en todo aquello que precisan las parroquias de la localidad.

“No tengo queja de nada ni de nadie, y muestra de ello es que 50 años después sigo viviendo con vosotros”, ha afirmado de manera emocionada el homenajeado que ha agradecido tanto al Ayuntamiento como a la Asociación de Vecinos la iniciativa de este reconocimiento “que no merezco”.

En el acto, conducido por el delegado de Presidencia del Ayuntamiento de Cabra, Ángel Moreno, también intervinieron el presidente de la Asociación de Vecinos ‘San Francisco’, Joaquín Moreno, y el párroco de San Francisco y San Rodrigo, Mario González, estando la parte musical a cargo del Coro ‘Emaús’.

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